Posee un buen equilibrio entre buena capacidad de absorción y perdida relativamente baja de almidón durante la cocción. Por estas características, está considerado un arroz excelente para la preparación de risottos.
Después de la cocción, su textura se mantiene consistente a la vez que cremosa. De sabor exquisito y suculento.
Al principio, se tiene que remover constantemente y a medida que se vaya cociendo, se removerá con menos frecuencia, para que al final su consistencia sea cremosa. Para la preparación del risotto se tiene que añadir caldo gradualmente de manera que siempre esté húmedo pero nunca hundido en liquido, por eso se debe tener siempre un olla con caldo caliente junto.
Ideal para risotto, arroz con bogavante y arroz meloso de langostinos.